lunes, 13 de agosto de 2012

PREHISTORIA GENERAL

PREHISTORIA GENERAL

1. Antigüedad del hombre sobre la Tierra

1.1 Métodos de la prehistoria

Para saber cuándo y dónde se originó la especie humana existen los siguientes métodos:

Estratigráfico: observa y analiza las capas de la corteza terrestre. Permite a los geólogos estudiar el suelo donde se localizan los restos humanos y calcular la sucesión cronológica de las culturas teniendo en cuenta el principio de que los restos que se encuentran en los estratos superiores son más recientes que los hallados en estratos inferiores.

Arqueológico o tipológico: permite estudiar el desarrollo de los grupos humanos con base en los objetos elaborados por el hombre. Por medio de este método es posible clasificar las características de las primeras armas, de las herramientas, de las vasijas, etc.

Etnológico: consiste en la comparación de las culturas prehistóricas con las actuales culturas primitivas. Aclara al prehistoriador cómo y cuáles serían las formas de organización social, las creencias y ritos de nuestros más lejanos antepasados.

Los métodos más utilizados para fechar los restos arqueológicos son los siguientes:

Análisis radiactivo: besándose en la propiedad que tienen algunos cuerpos de desintegrarse en millones de átomos que originan nuevos elementos hasta que dejan de desintegrarse, es posible fijar la antigüedad de restos arqueológicos. El uranio que es un metal radiactivo, al desintegrarse, produce 1 gramo de plomo por cada gramo de uranio en un período de 7.600.000.000 de años. Permite calcular la edad de las rocas dividiendo la cantidad de uranio y multiplicando por la cifra mencionada.

El carbono 14: analizando la cantidad de carbono 14 existente en los restos orgánicos es posible establecer con bastante exactitud la antigüedad de sustancias orgánicas inferiores a 70.000 años.

El flúor: este método se utiliza con algunas dificultades y consiste en medir la cantidad de flúor existente en los restos óseos ya que, al ser enterrados, la cantidad de flúor aumenta en proporciones determinadas.

1.2   Las eras geológicas, la evolución de la vida y el origen del hombre

El origen de la vida así como el origen del hombre fueron objeto de controversias a lo largo de la historia. En el siglo XVIII las teorías del francés Lamarck y del inglés Darwin produjeron una revolución en la ciencia. Según el primero, el medio geográfico provoca modificaciones en los seres humanos y el uso más frecuente de un órgano producía su desarrollo, a la vez que la falta de uso conducía a su desaparición como en el caso de los molares que al desaparecer, redujeron la cavidad de la boca y modificaron la mandíbula.

Darwin sostuvo que los seres cambian hasta originar nuevas especies por efecto de la selección natural que permite la supervivencia de las más fuertes. Los adeptos a esta teoría sobre El origen de las especies llegaron a afirmar que el hombre desciende de los primates y a pesar de la fuerte oposición de las Iglesias Anglicana y Católica se hicieron muchas investigaciones de fósiles para encontrar la línea evolutiva del hombre actual.

1.2.1       Las eras geológicas: características y evolución de la vida.




1.2.2       Evolución de los homínidos

Los preantrópidos o australopitecus: grupos de fósiles prehumanos encontrados en el sur y oriente del Africa. El primero fue descubierto en 1924 por Dart quien lo llamó Australopithecus Africanus. Luego se descubrieron homínidos de posición bípeda y dientes muy evolucionados aunque las demás características son de primate y el cráneo muy pequeño (entre 450 y 650 cm3). Se atribuyeron a los australopitecus los artefactos de piedra hallados en muchos lugares. En 1959 el matrimonio Leakey encontró en Africa Oriental un fragmento de cráneo y maxilar que denominaron Zinjarthropus boisei.

Los protoantrópidos:     esta etapa la representa el horno habilis. Los restos óseos se presentan más evolucionados con capacidad craneana de 650 a 700 cm3. Los útiles de piedra encontrados se remontan al 1.750.000 años, es decir, a la era Terciaria. Para muchos, este género de homínidos  corresponde a un hombre con conciencia reflexiva y, según ellos, el ser humano existe desde hace más de dos millones de años.

Los arcantrópidos: son fósiles humanos que se han encontrado desde fines del siglo pasado hasta hoy. Comprenden varios géneros: los Pitecantropos de Java llamados así por el médico Dubois (1891) quien consideró que los fósiles correspondían a un hombre mono erecto; el sinántropo, o fósiles que pertenecen a más de 40 individuos, descubiertos entre 1921 y 1931 cerca de Pekín y el Atlántropo, descubierto en 1954, semejante al Pitecantropo y al Sinántropo. El tamaño del cráneo de los arcantrópidos oscila entre 850 y 1200 cm3. Sus mandíbulas y dientes son humanos aunque conservan rasgos de Simio. Así mismo, se encontraron instrumentos de piedra y huellas que indican que conocieron el fuego y el trabajo en hueso.

Los paleantrópidos: fósiles humanos más recientes entre los cuales se encuentran los neardentalenses. El más representativo de este grupo es el hombre de Neardental hallado en Alemania en 1857. Sus rasgos son: ausencia de mentón, frente hendida, capacidad craneana hasta de 1600 cm3, columna vertebral maciza pero sin la curvatura del ser humano actual. No hay duda de que se trataba del Homo Sapiens por los instrumentos de trabajo que encontraron junto a los fósiles.

Los neantrópidos: corresponden al hombre moderno con todos los rasgos físicos y síquicos del Homo sapiens. Los fósiles más antiguos pertenecen al hombre de Cromagnon descubierto en Francia en 1868. Más tarde se descubrieron otros fósiles que demuestran la existencia de una raza de estas características en Europa, Asia y Africa. Se discute aún si el Cromagnon desciende del Neardental o si es una nueva raza. Otros vestigios de este grupo son el hombre de Wadjak en Java. el cráneo de Boskop en Africa, el hombre de Grimaldi y el hombre de Chancelade.

2. Evolución cultural de los hombres

2.1 Condiciones ambientales del Cuaternario

Las glaciaciones: el fenómeno de las glaciaciones caracterizó el cuaternario que empezó hace un millón de años aproximadamente. Grandes masas de hielo (que se produjeron por un enfriamiento de nuestro planeta que posiblemente se alejó del Sol en su movimiento de traslación) invadieron gran parte de Europa, Asia y América del Norte. Estas glaciaciones modificaron el relieve terrestre y conservaron esqueletos fosilizados de animales, hombres y materiales arqueológicos.

La flora y la fauna: cuando predominaron las glaciaciones la vegetación fue de Tundra parecida a la actual de las regiones árticas de Asia y Canadá. En las regiones no afectadas por los hielos crecieron bosques de pinos, abetos y abedules. Los elefantes, el tigre de colmillos de sable, el mamut,  el rinoceronte, el oso, el bisonte y el reno fueron animales de los períodos más fríos hacia el final del Pleistoceno. En los climas más suaves |abundaron los hipopótamos, los caballos primitivos, el toro salvaje, el rinoceronte y los monos.

2.2 Evolución cultural

2.2.1 El Paleolítico: Durante este período, el más largo y menos conocido, los hombres utilizaron utillaje lítico, o útiles de piedra sin pulir. La más empleada fue el sílex que se fragmenta en pedazos si se corta en sentido oblicuo. Posiblemente trabajaron la madera y a fines de ese período también el hueso, pero no conocieron los metales. El Paleolítico se ha dividido en Inferior, Medio y Superior.

El Paleolítico Inferior: la vida de los hombres durante este periodo fue muy difícil por los grandes cambios de clima. Eran nómades y andaban detrás de las manadas de animales que cazaban para su manutención, lo mismo que frutos silvestres. No vivían en cavernas sino al aire libre, en toldas o tiendas que hacían con pieles de animales. Los cráneos eran objeto de culto a los antepesados o a la muerte. En esta primera etapa del Paleolítico aparecen las hachas de mano bifaces, y lascas o fragmentos de piedra golpeada. Según estos materiales los arqueólogos establecieron las siguientes culturas: prechelanse que se caracteriza por las hachas talladas por una sola cara; chelense, mejor talladas que las anteriores; achenlanse, que presentaba instrumentos más evolucionados y las primeras puntas de proyectiles. Contemporáneas fueron las culturas clactoniense y tayaciense, ambas de lascas muy bien trabajadas y en distintas formas.

Paleolítico Medio: comenzó hace 100.000 años y terminó hace 30.000 años en el período comprendido entre la terminación del glacial Riss y el avance del glacial Würm. El tipo humano de este subperíodo fue el hombre de Neardental y sus actividades fueron la caza y la recolección mejor organizada. Surgieron los clanes que eran grupos que descendían de un antepasado común y vivían en cavernas. Las lascas de piedra son características del material arqueológico de este periodo. Dos culturas se distinguen en ese tiempo: levaliosiense, que se caracteriza por lascas de forma triangular, y musteriense que se distingue por las técnicas en las hachas de mano y otros instrumentos de piedra y hueso. Los autores de esta cultura fueron los hombres de Neardental.              

Paleolítico Superior: tuvo una duración más corta (30.000 años), desde el segundo avance del glacial Würm hasta la retirada del mismo. Se extinguieron los grandes mamíferos lanudos y abundaron los renos, caballos y bisontes. Los grupos sociales se organizaron mejor la casa y la pesca alcanzaron gran desarrollo. Se fabricaron instrumentos en hueso como arpones, punzones, y surgió el arte rupestre y escultórico. En Europa se desarrollaron las siguientes culturas: parigordiense, la cual comienza los trabajos en hojas de silex; auriñaciense, que se caracteriza por los punzones óseos y de cuerno, y otros útiles de hueso como los buriles; solutrense, es típica por los útiles en forma de finísimas hojas de laurel y las agujas óseas para coser; magdaleniense, se distingue por los útiles de hueso, anzuelos, agujas, bastones de mando y puntas de marfil. Decae notoriamente la industria lítica.

Es muy propio del Paleolítico Superior el arte mobiliario o transportable, estatuillas y relieves en las cuevas y en las paredes y techos de las cavernas. Representaban figuras femeninas en marfil, arcilla o piedra calcárea que se encontraron en el Viejo Continente. Hacían parte de un culto a la fecundidad y se les daba el nombre de Venus que era la divinidad del amor entre los antiguos romanos. Existen escasas figuras masculinas con cinturón y relieves femeninos como también de renos y caballos.

Más de cien cuevas se han descubierto en la zona franco-cantábrica en donde hay representaciones murales de animales en colorido vivo y brillante, pera lo cual empleaban fibras vegetales y pelo animal como pincel. Las más famosas son las de Lascaux (Francia) de la cultura auriflanciense, y la de Altamira (España), de la cultura magdaleniense. Se cree que estas pinturas hacían parte de un arte mágico por medio del cual se pretendía obtener poderes sobrenaturales como atraer animales y cazarlos fácilmente.

2.2.2       El Mesolítico: transición entre el Paleolítico y Neolítico: con los cambios de clima en este período que comienza al final de la última glaciación (12.000 a. de C. hasta 7.000 a. de C.), se formaron en zonas de Asia y Africa los desiertos, desaparecieron los grandes mamíferos lanudos y quedaron los actuales vacunos, ovinos, caballos y nuevas plantas y bosques de pinos que resistieron el paso de los hielos. Hubo también otras actividades de recolección de moluscos al decaer la caza, y existieron diversas culturas entre otras las del Cercano Oriente en donde los hombres pasaron a la horticultura y a la agricultura y además iniciaron la cría de los primeros animales domésticos. En el Levante español quedaron huellas del arte rupestre en las paredes de las cuevas.

2.2.3 El Neolítico: desarrollo de la agricultura, el pastoreo y la cerámica: en este período los hombres dejaron de ser buscadores de alimentos y se hicieron productores con la agricultura y la cría de animales. Surgieron nuevas industrias como la cestería y luego la cerámica, aumentó la población y los hombres se hicieron sedentarios. Se formaron las primeras aldeas y poblados, y tribus gobernadas por consejos de ancianos y jefes a quienes se atribuían poderes sobre naturales. Aparecieron nuevas creencias religiosas relacionadas con la tierra y la agricultura. Las culturas neolíticas comenzaron en el Cercano Oriente entre el IX y el VIII milenio a. de C. en la Mesopotamia (hoy Irak) y Palestina. Tenían cosechas como lo prueban numerosas hoces, manos de mortero, muelas y escudillas descubiertas en la región. Hay vestigios de domesticación de ovejas y cabras así como del cultivo del trigo silvestre. La agricultura y la domesticación pasaron luego a los Balcanes, Chipre y Creta en los milenios VII y VI a. de C., a Europa Central en el V milenio, a la China y la India en el III milenio a. de C. El interior del Asia y el centro de Africa entraron a la fase neolítica cuando las otras regiones se encontraban ya en tiempos históricos.

La gran industria del Neolítico fue la cerámica. Apareció a fines del VIII milenio a. de C. y se difundió por el Cercano Oriente, el Mediterráneo, norte de Africa y otras regiones. Las vasijas de cerámica se decoraban artísticamente con relieves e incisiones, lo que creó un tipo original de cerámica en cada región.

2.2.4 Era de los Metales: 

a) El Calcolítico o la Edad del Cobre: el trabajo del cobre se inició a mediados del VI milenio a. de C. en Turquía, Siria, Mesopotamia e Irán, El trabajo de los metales se difundió hacia el Mediterráneo y la isla de Chipre. 

b) La Edad del Bronce y la Edad del Hierro: la primera comenzó a mediados del IV milenio a. de C. al norte del Cercano Oriente y la Edad del Hierro se inició a comienzos del II milenio a. de C. entre las tribus del Cáucaso y del Asia Central. La utilización de estos metales desarrolló nuevas industrias y oficios, aumentó el comercio y la navegación y mejoró las técnicas agrícolas. La rueda metálica reemplazó la de piedra y las armas, de bronce primero y posteriormente las de hierro modificaron el arte militar.

Durante el periodo Calcolítico y comienzos de la Edad del Bronce se generalizó la construcción de grandes bloques de piedra o megalitos con fines religiosos. Los más conocidos son los dólmenes o cámaras; formadas por 2 piedras verticales cubiertas por una horizontal, los menhires o altas piedras levantadas desde el suelo y el crómlech, un circulo de menhires. En Europa Occidental fueron propios del III milenio a. de C. Y comienzos del II. En el Cercano Oriente los hubo desde el IV milenio a. de C.

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